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ANÁLISIS: ROJA LINDA Y HERIDA.

Actualizado: 15 abr 2019

Luego de la accidentada gira por Asia, en que la selección chilena adulta de fútbol cosechó un empate sin goles frente a su par de Corea del Sur, la Roja enfrentaría al mundialista seleccionado peruano, quienes adquieren esa condición gracias a la diferencia de sólo 2 goles a favor en la tabla acumulada. ¿De qué vale insistir en este detalle que bien podría estar superado? Bueno, la razón es de peso: la capacidad de convertir las ocasiones de gol de La Roja viene en un deterioro progresivo que enciende las alarmas (o que debiese hacerlo). Ya se ha dicho en publicaciones anteriores que la condición de goleador de la selección en el proceso de Reinaldo Rueda recae sobre Guillermo Maripán, quien con 2 goles a su haber en su condición de defensa central destaca como principal artillero. Llamativo.


En consecuencia, los resultados han sido bastante mezquinos, lo que no responde exclusivamente a este proceso: La ilusión que generó la histórica participación en Copa Confederaciones, alcanzando a disputar la final del certamen, esconde un rendimiento que revelaba la constante a la que se ha sometido nuestro seleccionado, una baja producción de goles. 4 goles en 5 partidos, un solo triunfo directo (generándose el otro triunfo mediante lanzamientos penales), 2 empates y una derrota. Un rendimiento del 40%, con un promedio de 0.8 goles por partido (sin incluir los lanzamientos penales).


La derrota frente a Perú viene a engrosar la preocupante estadística de sin sabores para la selección chilena: 214 minutos sin anotar, 3 partidos sin victorias, y su último delantero que marcó un gol fue Marcos Bolados hace 541 minutos. Como si todo esto no fuese suficiente, haciendo una comparativa entre los 3 últimos encuentros de La Roja, frente a Perú vimos una reducción en cuanto a la producción ofensiva con tiros a portería, desequilibrios ofensivos y pases profundos por debajo del promedio. A través de estas cifras podemos ver que no sólo es la concreción, sino que además se suma la reducida generación de las condiciones necesarias para generar los goles. Bajo la misma lupa, frente a los del Rímac los promedios que si se superaron fueron los de mala marca, errores garrafales, balones perdidos y salvadas inminentes, siendo estas últimas (8) superiores a nuestros tiros al arco (7) en este encuentro, en otras palabras, si ambos equipos anotaban todas las ocasiones que se generaron aun así la selección viajaría a México con una derrota y por goleada.



De acuerdo con lo estrictamente individual, el mejor rendimiento lo tuvo Arturo Vidal. Destaca que el 37% de los pases profundos fueron realizados por el jugador del Barcelona FC. El que lo sigue (Mauricio Isla), recién alcanza el 20% de ellos. El 66.6% de los jugadores que participaron de el partido frente a la selección peruana tuvo un partido que osciló entre un partido malo hasta irregular. El peor SICO INDEX evaluado de los titulares fue Eugenio Mena con un 3.3, y el mejor evaluado fue Arturo Vidal con un 6.38, lo que contrasta con el número de balones perdidos a su haber (11) siendo el seleccionado que más balones entregó al rival, evidentemente esto está secundado por su nivel de participación e implicación en el juego ofensivo principalmente, ya que en cuanto a recuperaciones y cortes de juego está dentro de los valores promedio del equipo. Cabe destacar el debut en la portería de Fernando de Paul y el retorno a la selección de Matías Fernández. En el caso del segundo arquero de Universidad de Chile, este debió asumir la repentina responsabilidad de ubicarse bajo los tres postes a causa de la lesión sufrida durante los entrenamientos del titular Arias. Pese a haber sido batido en 3 ocasiones, y contabilizarse 1 error garrafal en su haber, podemos poner en frente sus 5 atajadas, 3 salvadas inminentes, 5 recuperaciones y un SICO INDEX de 5.45 que lo ubica en el tercer mejor rendimiento del seleccionado chileno.


Por otro lado, Matías no gravitó como se esperaba, generando números muy por debajo de lo en promedio realiza en Necaxa.  Siguiendo en escala individual preocupa que, entre los 3 atacantes, Junior Fernandes, Ángelo Sagal y Nicolás Castillo sumen sólo 4 tiros al arco. Y finalmente, en lo colectivo impresiona que la intensidad y el vértigo que anteriormente destacaba en la selección chilena se vea bastante más reposada con un promedio de 0.8 desequilibrios ofensivos por jugador, lo que manifiesta en parte la filosofía actual de la que se sujeta el juego de La Roja.


Se aproxima la defensa del título continental que ostenta la selección chilena, no con una sino dos veces obtenida consecutivamente y los contrastes que se aprecian en cuanto a lo que ofrece el seleccionado en rendimiento también lo vemos en su dinámica. “Chile ha cambiado mucho…el Chile de Sudáfrica 2010 e incluso el del 2015 es un Chile diferente…” declara Reinaldo Rueda en la previa al encuentro frente a Perú ante la pregunta de qué opinión le merece la crítica sobre el contraste de su juego con el que La Roja se había destacado, mencionando también que muchos de los jugadores de esas enormes campañas ya se han ido, otros se están yendo y otros que no son titulares (en sus equipos) ni tampoco son regulares (en sus rendimientos).


Además, incluye una pregunta ¿Cuántos jugadores chilenos hay posicionados en la elite en los grandes clubes del mundo? Ante esta interrogante cabe señalar que si el señor Reinaldo Rueda tiene como objetivo renovar y rejuvenecer al seleccionado chileno se hace necesario generar proyección y movilizar al talento para que este sea captado en su calidad de internacional. Así, y con buen rendimiento individual y colectivo, será posible vincular un mayor número de jugadores al mercado internacional. La evidencia reciente no muestra que sea a la inversa la evolución.


Pero vayamos partido a partido. El combinado mexicano es el rival de hoy. La selección azteca aun no consigue digerir la goleada de 7 goles contra 0 propinada por La Roja durante la Copa América Centenario. De la alineación que supero al “TRI” en esa ocasión, sólo repetirían Vidal, Medel y Sánchez. Este último es el único que anotó ese glorioso 18 de junio del 2016 que aun viste la roja. Vargas, goleador de aquella jornada con 4 tantos y Edson Puch con 2 no han sido considerados para esta convocatoria. El gol es precisamente lo que los mexicanos pretenden en cuantía y que de nuestro lado escasea y está ausente.

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