El debut de Ricardo Gareca como nuevo Director Técnico de la selección chilena, asoma con renovadas expectativas para una selección que lleva 2 mundiales sin clasificar después de una época dorada cuando ganó consecutivamente la Copa América en 2015 y 2016.
Su presentación, entrevistas en diferentes medios de comunicación, su primera nómina, algunos retornados y por su puesto sus primeros 2 partidos amistosos articularán una primera parte siempre importante para un nuevo ciclo de Chile y su selección absoluta. Albania y Francia serán sus 2 primeros desafíos antes de la Copa América 2024 (Junio 2024).
Las sensaciones iniciales son buenas. La renovación de expectativas con un DT de su experiencia son lógicas pero el desembarco inicial siempre es delicado cuando se está a cargo del seleccionado nacional de fútbol.
Sin discursos enrarecidos, procesos de prueba de jugadores que en estos tiempos tienen cada vez menos espacio, o polémicas innecesarias, la primera nómina era una prueba importante. Veamos.
No aparecen 2 históricos Gary Medel y Arturo Vidal. Ambos estelares en Vasco da Gama y Colo Colo respectivamente. Lo de Medel parece más por un cambio en el perfil de los defensas centrales de talla alta y lo de Vidal podría ser porque viene retornando de una complicada lesión en el final del 2023 y el apretado calendario de Colo Colo con pre Libertadores ha forzado al ex Flamengo a jugar más de lo que un retorno progresivo diría (5 de 9 partidos posibles) y se viene la fase de grupos de la Copa Liberadores. Desde esa perspectiva parece algo bastante prudente, sin embargo desde el rendimiento Vidal todavía está bastante por debajo de su potencial. En los 5 PJ de esta temporada ha estado por debajo de la media del equipo en promedio sin convertir goles ni asistencias hasta la fecha.
De los retornados, los casos de Bravo, Isla y Vargas son los más destacados. El portero del Betis ha tenido una temporada complicada por las lesiones pero Gareca zanja el lío de su exclusión, además con la titularidad en el debut contra Albania. Su jerarquía y liderazgo son innegables. Lo de Vargas, de escasa participación en su club, apunta más a su historia como goleador y al gran déficit de Chile en los últimos 2 procesos eliminatorios, la falta de gol.
En Eliminatorias con Berizzo Chile promedió 0,5 goles a favor por partido, cifra que no requiere demasiado análisis. Volumen y efectividad al debe, las soluciones en este sentido son fundamentales para levantar un proceso que Chile trae extraviado desde la última parte del proceso a Rusia 2018. Largos 6 años que coinciden con una crisis transversal de la actividad a nivel local.
Finalmente el caso de Isla, es otra corrección acertada de Gareca. No solo la evidencia de su rendimiento en Independiente de Avellaneda sino que también el no caer en sesgos que por estos días pueden costar muy caros. Berizzo se empecinó en la búsqueda de alternativas y terminó con un festival de pruebas para debutar en Eliminatorias en el Centenario con un chico que no anduvo en los amistosos.
El 11 que asoma contra Albania se ve bastante bien. 2 centrales de perfil más altos que Medel con Paulo Díaz y Lichnovsky. El central de River Plate necesita encontrar su mejor versión jugando por Chile, mientras el central del América quiere ratificar su extrarordinario nivel en el campeón de México el último año. En los laterales dos jugadores de corte muy ofensivo, con algunos problemas en defensa pero con la impronta de apuntar a sumar en ese déficit ofensivo que arrastra Chile.
En el medio la fuerza e intensidad de Echeverría y el complemento de Marcelino Núñez en una zona donde no hay demasiada claridad por estos tiempos para la roja. Marcelino ha deambulado en varias posiciones y no termina por definir su lugar en esta selección. Errores infantiles como su expulsión contra Venezuela tampoco han ayudado. Medel, Pulgar, tal vez Aránguiz si recupera su nivel, Pávez, Alarcón, Méndez que tampoco ha sabido ganarse el puesto, articulan una danza importante de nombres para una zona clave para cualquier equipo. El propio Vidal podría tener un espacio en esa dupla de mediocampistas centrales para Chile.
En ofensiva, 2 jugadores del perfil de Alexis y Víctor Dávila, más otros 2 jugadores ofensivos fue una fórmula que Berizzo tuvo atascada hasta su partido final contra Paraguay cuando ya era demasiado tarde para su proceso. Dos medias puntas con libertad, más una promesa como Osorio y un 9 de oficio como Vargas, anticipan, potencialmente, más de lo que se venía poniendo en cancha, que solían ser fórmulas donde Alexis terminaba retrocediendo excesivamente para generar el volumen ofensivo del que carece Chile hace ya bastante.
Veremos si este 11 encuentra un mejor funcionamiento ofensivo y consigue que Alexis adopte un rol funcional y no de "salvador". El fútbol moderno ya no está para que equipos se sostengan por épicas individuales, el funcionamiento es clave y será Gareca el responsable de ser capaz de convencer a Alexis de cumplir su rol, siempre que el equipo no vuelva a mostrarse famélico en ofensiva.
Brereton, Diego Valdés, Aravena y algunos nombres más se podrán sumar a este puzzle que el Tigre Gareca intentará darle nuevamente una forma de equipo ganador. El Chile de Gareca arranca.