Tras arrancar con 8 goles en 3 amistosos (Albania, Francia y Paraguay) el equipo de Gareca simplemente desapareció y todavía se busca alguna hebra de recuperación porque desde lo futbolístico no se ve por ninguna parte.
No porque los jugadores no tengan la capacidad para competir o porque el equipo esté eliminado matemáticamente del próximo mundial, es más bien por un tema de estilo. El Chile de Gareca es un equipo que espera, que especula con el 0-0 desde el arranque, un equipo sin valentía.
Después vienen los detalles técnicos, tácticos y la elección de uno u otro jugador pero en el competitivo fútbol contemporáneo si no eres un equipo valiente que salga a buscar el resultado, estás determinado a perder.
La talla de la Argentina campeona del mundo podría haber sido la única explicación que justificara esa actitud de equipo pobre, de equipo sin valentía. El 1-0 sobre el final con Claudio Bravo como figura descollante en Copa América marcó una suerte de conformismo resultadista más que preocupante. Perder por poco ante los campeones del mundo suena bien pero lo cierto es que Chile registró solo 3 Tiros contra Argentina en Copa América y después Repitió la dosis con solo 3 Tiros por Eliminatorias. Es simplemente un despropósito que un equipo profesional registre 3 Tiros por partido.
Para completar el atasco que tiene montado Gareca con Chile, bastó que Perú (en Copa América) aplicase rigor y fuerza para desmantelar el envión ofensivo inicial con que llegó el Tigre; ya frente a Colombia en la durísima Barranquilla un último bochorno con un equipo que nuevamente salió a especular con el resultado, a esperar. Un 4-0 contundente y nada nuevo en el libreto de Gareca que simplemente ya parece no tener respuestas.
Al final el fútbol no es algo tan complicado, el juego trata de meter más goles que el rival para ganar partidos; para eso es necesario generar volumen ofensivo que se traduzca en Tiros al arco para poder marcar goles y evitar que te los marquen conteniendo el volumen ofensivo del rival. Pero veamos en qué va esta está simple máxima del fútbol en el Chile de Gareca.
En los 3 amistosos de arranque Chile generó un promedio de profundidad de 18,1 para un total de 8,5 Tiros por partido y un promedio de 2,5 Goles a favor x partido.
En Copa América (3 PJ) el volumen ofensivo se desmoronó con un promedio de profundidad de 16,5 para un pobre registro de a penas 5 Tiros por partido con 0 goles a favor.
En Eliminatorias la tendencia sigue sin cambiar con otros 4 PJ donde se promedió 7,7 Tiros por partido pero en las visitas a Argentina y Colombia el equipo pateó 3 y 5 veces al arco. Algo simplemente impropio de una selección que hace no tantos años fue la mejor de Sudamérica.
Al final podemos decir que Gareca no ha entendido la idiosincrasia aguerrida del jugador chileno, de un pueblo valiente que con trabajo y disciplina puede sacar lo mejor de sí. En reemplazo tiene desplegado un libreto para cobardes que tiene a Chile en el fondo de Sudamérica y desprovisto de la identidad básica de un pueblo luchador y valiente.
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