La revolución tecnológica en el fútbol profesional tuvo, en 2019, su principal hito con la inclusión del Video Assistant Referee o VAR, en importantes competiciones como la Champions League, la Copa América y ligas como la Premier League, la Liga, la Serie A o la Liga MX.
Dificultades en los protocolos de aplicación fue algo muy previsible en un deporte que se resistió por décadas en incorporar la tecnología como herramienta para mejorar el juego. En este caso particular, para mejorar la justicia del mismo, buscando evitar cobros errados en cuanto a goles, off side y penales principalmente.
Además de los obvios problemas de interpretación en jugadas complejas y el cuestionable criterio de considerar los goles cuando ha ingresado el 100% del balón tras la línea de gol (criterio más propio de un deporte como el tenis donde las dimensiones de la pelota y las líneas son pequeñas), acá abordaremos el problema del VAR para el off side.
Dos son las dimensiones donde la precisión científica no parece ser en el corto plazo una realidad para el VAR en estas polémicas jugadas que anulan o validan los determinantes goles en el fútbol: el momento en que sale el balón para habilitar una jugada y el lugar exacto del cuerpo del último defensa que marca la línea de habilitación.
Como referencia, la telemetría en los deportes tuerca depende de un ship y zonas de medición asociadas a un reloj con detalle hasta las milésimas de segundo. Esto es lo que se puede definir como “algo” con precisión científica, sin espacio para interpretaciones o rangos de imprecisión.
En el fútbol en la era del VAR, el momento de la salida de los pases en jugadas de gol es definido por un técnico del VAR mirando una imagen y determinando “al ojo” el momento exacto que el pase sale desde el pie del habilitador. Esto sin la existencia de ships en los zapatos de los jugadores no tiene manera de alcanzar precisión científica, generando algunos centímetros de imprecisión en las mediciones que pueden ser determinantes a la hora de validar o anular un gol.
La segunda complicación para lograr precisión científica con el VAR en jugadas de off side tiene que ver con la ubicación de la regla virtual que ayuda a los técnicos del VAR a establecer la línea de habilitación derivada de la ubicación del último defensa y sobre que parte de su cuerpo se usa como punto de referencia. En esto, nuevamente la decisión depende de una apreciación visual imprecisa que si bien está orientada por la regla del off side que indica que hay que considerar la cabeza, los pies o el cuerpo sin considerar los brazos como parte del cuerpo, esto no determina con exactitud científica la parte justa donde hay que fijar la regla virtual.
En resumen, ante estas 2 dimensiones de imprecisión científica, es que no tendrá sentido esperar que el VAR aplicado a jugadas de off side, con las actuales herramientas tecnológicas, pueda solucionar estas milimétricas jugadas.
Aceptar un rango de imprecisión podría ser una manera de solucionar un problema actual del uso del VAR en off side y tal vez revivir en cierta manera la vieja recomendación pro espectáculo que sugería a los guardalíneas “ante la duda abstenerse”. Esto podría devolver el poder de decisión al árbitro y sus asistentes en jugadas de alta complejidad y disminuir las interferencias en el juego por revisiones excesivas del VAR en jugadas donde simplemente no es posible alcanzar precisión científica con la actual tecnología.
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